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Productos que parecen sanos… y quizá no lo son

Sanitas • sept 09, 2019
Ciertos reclamos publicitarios presentes en los alimentos están pensados para hacer creer al consumidor que lo que compra es muy saludable. No siempre es cierto.
Productos light
Cuando un alimento luce en su etiqueta el término light hace referencia a que tiene un porcentaje de calorías menor que la versión convencional. De manera casi automática el consumidor medio asume que un producto light es saludable en sí mismo, pero no es así necesariamente. Por un lado, puede darse el caso de que la variante normal sea una bomba calórica, de forma que la presentación light sea únicamente un artefacto explosivo más pequeño, pero artefacto explosivo al fin y al cabo.

Por otra parte, un aporte calórico menor no alude a la cantidad de azúcares, grasa saturada, sal… que pueden ser más relevantes a la hora de evaluar la calidad de un alimento.

Finalmente, los productos light no adelgazan. Fundamentalmente, porque ningún alimento lo hace. Asumir que un producto ligero equivale a perder peso es incorrecto y arriesgado.

Afortunadamente, las autoridades sanitarias cada vez ejercen mayor control sobre el etiquetado de los productos para ofrecer al consumidor más cantidad de información para que este pueda adoptar decisiones más libres.

Palabras mágicas
Existen ciertos términos que se han asociado indisolublemente a la salud, incluso aunque la evidencia científica no siempre avale esta relación. Por ese motivo, se recurre a ellos para etiquetar productos que necesitan ese marchamo de calidad para aumentar sus ventas.

En este grupo de palabras encontramos vegano, vegetariano, vegetal, bio, ecológico, natural, casero, orgánico, de la abuela… cuando lo cierto es que algo al estilo casero no tiene porqué ser saludable, como tampoco algo vegetariano. Tampoco tiene fundamento dar por hecho que algo preparado por una abuela es recomendable solo por eso o que un producto de supermercado se parece en algo a lo que cocinaban nuestros mayores.

Fuente de…
Cada vez que un alimento se pone de moda o se descubren propiedades beneficiosas de un determinado nutriente se produce una proliferación de mensajes publicitarios que aluden a ello de manera no siempre contrastada.

De esta forma, es fácil encontrar un determinado producto publicitado como saludable por haber añadido un nutriente beneficioso a un producto que esencialmente no lo es por contener un exceso de ingredientes poco recomendables (grasa saturada, azúcar, sirope de maíz…). También es habitual encontrar este tipo de reclamos en alimentos que han agregado un ingrediente ventajoso, pero en una cantidad insuficiente para que el alimento en su conjunto sea recomendable.

Alimentos… y algo más
Otra variación de producto menos saludable de lo que aparenta es el de los alimentos que, en esencia son muy beneficiosos, como la leche o los yogures, pero que dejan de serlo tanto cuando al producto simple se le añaden ingredientes (casi siempre, además, en cantidad más que excesiva) que desvirtúan sus cualidades. Fundamentalmente, suele tratarse de azúcares libres, grasas saturadas o sal.

Las estrategias de marketing y la falta de formación (en general) de los consumidores favorecen elecciones poco recomendables a la hora de llenar la cesta de la compra. Por ese motivo, los expertos sugieren que demos prioridad a los alimentos sobre los productos y que estos sean lo menos procesados posible; ¿una pista para identificar los alimentos procesados más saludables?: su etiqueta tiene pocos ingredientes, todos son identificables de forma clara y el principal es el alimento que queremos comprar (por ejemplo: si buscamos una barrita de cereales, que el primer ingrediente no sea el azúcar, ya que eso indica que este es el componente en mayor proporción).
22 abr, 2020
El COVID-19 ha provocado una crisis a nivel global que ha modificado de forma drástica la sociedad. Entre los cambios más notables se encuentra la forma de gestionar la salud y las herramientas digitales se han convertido en un elemento esencial a este respecto. • En Sanitas hemos visto cómo las videoconsultas con especialistas se han multiplicado por 10 hasta alcanzar las 5.000 consultas digitales diarias, cuando antes se realizaban una media de 300. Más de 22.575 personas han hecho uso de videoconsulta en el mes de marzo. • Más de 2.500 médicos prestan asistencia sanitaria por videoconsulta gracias a la digitalización. • Las especialidades más demandadas por videoconsulta durante el confinamiento son pediatría, ginecología y psicología. • También la atención de urgencias 24 horas, con una media de 2.100 consultas diarias, con días en los que la cifra ha alcanzado las 5.000. • Las visitas al Programa Digital de Embarazo han aumentado un 59%, y las consultas realizadas a las matronas dentro del programa, se han incrementado un 25%. • Además, complementario a la atención que matronas, ginecólogos y fisioterapeutas que prestan a través de la videoconsulta y chat dentro del Programa Digital de Embarazo, se han puesto en marcha clases de preparación al parto online. Más de 1.635 asistentes y 896 preguntas confirman que la sociedad hace uso de la digitalización para cuidar y mantener su salud. Ahora más que nunca están emergiendo las enormes posibilidades que aporta la transformación digital al sistema sanitario. Gracias a la experiencia de más de cuatro años de Sanitas, que lanzó su seguro digital Blua en 2016 con este servicio incluido, las videoconsultas han podido hacerse con normalidad y el aumento exponencial de la demanda por parte de los clientes ha podido ser asumido porque la compañía estaba preparada. Vamos a ganar esta batalla. Todos juntos. #JuntosVamosAVencerCOVID19
Por Fernanda Crofton Hudson 21 oct, 2019
Una de las claves para seguir unos hábitos de vida saludables y garantizar la seguridad alimentaria en el hogar es aprender a leer las etiquetas de los alimentos que metemos en nuestra cesta de la compra y almacenamos en nuestros frigoríficos y despensas. En este sentido, hay que prestar atención no solo a la lista de ingredientes y a la proporción en la que se encuentran. Además, es fundamental fijarse en dos términos, ya que de ellos va a depender que podamos comer el producto o no o cuánta prisa nos tenemos que dar en hacerlo.
Por Sanitas 20 sept, 2019
Cada vez hay menos dudas de que el deporte y el ejercicio físico son excelentes maneras de asegurarse un buen estado de salud. La actividad física no solo ayuda a mantener en forma el sistema cardiovascular, ayuda a alejar el fantasma de la diabetes tipo 2, el de la obesidad, el de la osteoporosis… Además, el ejercicio es clave para reducir el riesgo de desarrollar ciertos tumores y es una pieza clave para asegurarnos un envejecimiento saludable. No obstante, cabe recordar que la actividad física también puede ser origen de lesiones y patologías (no solo del aparato locomotor), fruto de una falta de planificación a la hora de abordar los entrenamientos y de no saber si verdaderamente estamos preparados para hacer cualquier tipo de ejercicio. Recientemente, la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED- FEMEDE) ha publicado un documento de consenso que recoge diversas contraindicaciones que pueden resultar un obstáculo para hacer deporte. Además, en dicho documento se especifica si esa contraindicación es absoluta o relativa, lo que resulta imprescindible a la hora de que los profesionales asesoren a los pacientes acerca de cuál es el deporte más indicado para ellos, de cuáles son las alternativas en caso de no poder practicar el ejercicio elegido o de cómo llevarlo a cabo en cuanto a intensidad, frecuencia de los entrenamientos, biomecánica, nutrición, descanso… para que el deporte sea sinónimo de salud y no al contrario.
Por Sanitas 06 sept, 2019
Las altas temperaturas pueden pasar factura a quienes siguen haciendo ejercicio sin tener en cuenta las consecuencias del calor en el organismo.
Por Fernanda Crofton Hudson 26 jul, 2019
Cuando se acerca el momento de la operación salida de vacaciones, es necesario hacer repaso general para comprobar que todo está en orden para disfrutar de unos días de descanso sin sobresaltos. Por regla general, los usuarios que utilizan el coche para sus desplazamientos estivales se ocupan de llevar el vehículo al taller y de verificar que toda la documentación y detalles de su viaje están al día. Sin embargo, según las cifras que manejan los especialistas, prácticamente nadie se acuerda de revisar su visión, un factor fundamental de seguridad vial. Concretamente, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas estima que en torno al 25 % de los jóvenes de entre 18 y 30 años nunca se ha sometido a una revisión ocular antes de ponerse al volante; mucho menos en las fechas previas a un gran viaje. Esta cifra aumenta hasta el 46 % cuando se tienen en cuenta otras franjas de edad. Este hecho supone que más de cinco millones de personas circulan por carretera sin saber si sufren alguna deficiencia que perjudique su capacidad visual o sin tomar las debidas precauciones para corregirlas, lo que a su vez representa un serio riesgo para la seguridad vial.
Por OC SANITAS-SANT ANDREU 16 dic, 2018
Studying in Spain
Por OC SANITAS - SANT ANDREU 16 dic, 2018
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